Tenemos muchas cosas que contar, anécdotas sobretodo, pero lo primero que quiero hacer es dar las gracias a las personas que han hecho posible esta Transjurassienne. Lo primero a nuestros padres, a Pascual e Ines y a Mara también. Porque se han recorrido más de 2000 kilómetros en un fin de semana para vernos y para asistirnos en carrera. Hay que decir también que nos hemos tenido que pagar todo de nuestro bolsillo, desde que salimos de casa hasta que volvimos (ayer a las 2 de la madrugada).
Salimos el miércoles hacia Somport, esquiamos allí e hicimos noche en Jaca. El jueves nos levantamos pronto, recogimos a Diego y nos pusimos rumbo al Jura. Llegamos allí sobre las 8 de la tarde, después de casi 12 horas de viaje, a un pueblo pequeño llamada Miojux, muy bonito por cierto.
El primer día, el viernes, decidimos ir a reconocer el trozo de la subida que hay a la salida de Bois d´ Amont, donde transcurre la carrera del kilómetro 37 al 47 (con tendencia a subir) y que asciende hasta el Chalet de Ministres. Menos mal que este tramo era dentro del bosque y estaba bastante protegido del viento. A la tarde fuimos a Morez, a la entrega de dorsales, donde coincidimos con Igor Saiz y su padre y estuvimos charlando un rato mientras veíamos los puestos que suele haber de esquís, botas, parafinas, geles, barritas, etc.. Después de un día ajetreado teníamos que preparar esquís para el siguiente día, aunque no pudimos hacerlo hasta después de cenar ya que había mucha gente en la sala parafinando. Nuestros padres, Mara, Pascual e Ines llegaron a la noche.
Al día siguiente quedamos con Igor Saiz para ver la parte final de la carrera y así aprovechar y probar esquís. Estuvimos esquiando un poco por la parte final y hacía un viento insoportable acompañado de -12 grados. Dudamos si probar esquís o no y al final lo hicimos en un momento y pasamos mucho frío, yo (Imanol) por lo menos. A la tarde fue bastante relajado comparando con los otros días y aprovechamos para hacer esquís tranquilamente aunque con la sala a tope, con muchos esquiadores.
Por fin llegó el día de la carrera y los nervios estaban ya presentes en el desayuno a las 6 de la mañana. Estuvimos preparando termos calientes con sales. También barritas y geles. Ya nos pusimos rumbo a la salida y cuando llegamos allí ya se hacía notar a simple vista el ambiente del esquí de fondo. Un frío de -14 grados y con mucho viento, como en los anteriores días. Nos fuimos a probar esquís ya que habíamos preparado dos cada uno. Tuve que volver a calentarme a la furgoneta porque tenía las manos congeladas. La salida se dio a las 8 y media.
Los primeros kilómetros son llanos tirando hacia arriba y los demás hasta Les Rousses, por dentro del bosque, también tienen algunas rampas sin desperdicio. En Les Rousses había un ambiente impresionante, como podéis ver en la siguiente foto. Luego hasta Bois d´Amont es llano-bajada, aunque con el viento que hacía parecía que fuera subida también. Hasta allí fuimos en el grupo, pero en el principio de la subida donde estaba el segundo sprint de la carrera tiraron muy fuerte y los tres nos quedamos descolgados. Aumentamos el ritmo a ver si enganchábamos con el grupo otra vez Ioseba y yo (Imanol) y al final del Chalet de Ministres enganchamos con el grupo haciendo un esfuerzo brutal.
Pudimos disfrutar de estar en el grupo hasta que faltaban 20 kilómetros para la meta. Aquí es donde empiezan las anécdotas y penurias. Justo un kilómetro antes de descolgarnos del grupo vimos al que luego fue el ganador de la prueba mear mientras esquiaba.
Se fueron en el grupo principal 18 personas y nos quedamos otros cinco un par de kilómetros hasta que Ioseba, por calambres en las piernas, abdominales y triceps se quedó. Yo aguante en este grupo hasta que quedaban 13 kilómetros para el final. Me dio una pajara y no podía ni beber (tuve que cambiar 3 veces de botellin porque se me habían congelado) ni comer porque del frío en las manos no podía coger las barritas y geles. A Ioseba le pasó esto también, hasta 3 geles se le cayeron al suelo. Al final pude entrar en la posición 22 a 10 minutos del primero. Diego llegó en la posición 24, cerca de mí, recuperando en el último tramo de la carrera. Ioseba en la posición 48 con unos calambres horribles.
Nada más llegar nos fuimos a la furgoneta a calentarnos y cuando pudimos comimos algo y nos fuimos cuanto antes a casa. A día de hoy parece que ya estamos recuperados de las “lesiones” que nos hicimos. A mi se me congeló la retina y hasta ayer veía todavía borroso, pero los dedos siguen todavía sin sensibilidad. Por parte de Ioseba igual y ya está mejor. Físicamente nos costará una semana al menos recuperarnos, pero esperamos estar cuanto antes al 100%.
Aquí os dejamos un vídeo de la salida de Enero y las fotos de La transjurassiene en el álbum de Picasa. Esperamos que os gusten.
¡Gracias por seguirnos!
Un abrazo.